23 nov 2011

El gran receso es espeso, como el salmorejo

Después de tanto tiempo, tantas ganas (y frustraciones) por querer plasmar vivencias, sensaciones y experiencias, ¡vuelvo por fin! para retomar la labor que me impuse y ser fiel a mis promesas, por respeto a vosotros y a mi mismo, recordándome que mientras el mundo sea MUNDO, la diosa Fortuna nada podrá hacer por salvarnos del Dios que nos obliga a trabajar, y trabajar es bueno, más si el usufructo es bien recibido y esperado. Palabras, palabras, palabras... ¡menos elocuencia y más samba! ¡Muchas gracias por las señales, y lo dicho, estad atentos a las próximas novedades!.

PD: para los que quedaron intrigados por lo del tacto rectal, no lo hubo, o al menos no quedó constancia demostrable del suceso.

1 oct 2011

De aquí a Lima

Despegar, elevarse, subir hasta los 10000, donde sólo se atreven los cirros y los cumulonimbos más altivos, y contemplar desde allí que la miseria humana es aún más miserable, sonando de fondo el Dark Side. Una sensación prácticamente indescriptible, que hace llorar y reír al unísono, sobre todo si eres admirador de los Floyd. Y es curioso, que para poder vivirla haga falta una alianza de despiadadas compañías aéreas súper competitivas, que matarían a su padre por hacerse con un poco más de couta de mercado, y que el disco en sí sea uno de los más vendidos de la historia, cuando dice aquello de money, it’s a crime. Otra de esas ironías de la vida, que estoy empezando a disfrutar, y que no me quita el sueño, porque si algo está claro, es que el Hombre es de todo menos consecuente.

Me devuelven a la realidad el típico grupo de holandeses alborotadores y juerguistas, la señora japonesa que brinda toda la hospitalidad que sus buenos modales le obligan (konichiwa, doumo arigatou), Félix, el caballero ecuatoriano, que hace el trayecto un poco más liviano y humano, la risueña noruega con nombre de fruta y estudiante de español (quizá porque se siente más aceptada entre católicos hispanohablantes que entre compatriotas neopaganos y pirómanos), el peruano orgulloso de su país (las salinas cambian mucho según la sea estación lluviosa o seca), la aventurera de iPhone que va a a escalar (o al menos intentar) el Aconcagua, y tantas y tantas historias que son capaces de caber en un Boing 777 que va a mil.

Sobrevolamos el Caribe. Revivo la misma sensación que me producía aquel cielo de primaveras pasadas, cuando era más sensible y receptivo a lo que dice el Sol. Y me choca, porque son latitudes diferentes, y según lo que aprendí sobre fotografía (los fotógrafos son los que más saben de la impresión que causa la luz), no debería ser así, o quizá es  que aquellos días fueron mis paraísos tropicales.
Llegar al Continente (en este caso si se confunde con el contenido, tal es mi ignorancia) me ha dado una remota idea de lo que me voy a encontrar. Es un paraje prácticamente salvaje, y no sólo el Amazonas (cuya selva se pierde en el horizonte afín a su río y afluencias). Todo me parece contrario a lo que estamos acostumbrados, con campos repletos de cultivos y cortados por  lindes de tierras que a fuerza de sangre y tiempo se han hecho propiedades con dueños y derechos. Y me dan ganas de ser otro Ernesto Guevara, y empezar mi diario, aunque todavía no tenga motocicleta.

Llegar al aeropuerto ha sido peliagudo y peculiar. Nada más salir,  te asaltan (sin exagerar) un ejercito de lo que se conoce como relaciones publicas (yo diría sicarios sin compasión) de variados servicios: hoteles, alquileres (tal vez de personas), buses, taxis… Para completar el cuadro y hacerlo aún más pintoresco, varias chicas repartidas heterogéneamente esperan con ramos de rosas. Es de suponer que cada una busca a alguien diferente (por un segundo ha sido inevitable que me pregunte si alguna lo hacía por mi).

…y se acabó la inspiración. No me satisface especialmente, pero así va a ser. Estoy demasiado cansado de la paliza de viaje y se ha derramado el apestoso café del Starback (le doy la espalda) que me ha servido de excusa para pillarle wifi unas horas, mientras espero a mi colega de aventura. Su vuelo llega más tarde desde USA. Con suerte, le habrán realizado un tacto rectal, y podemos añadirlo al anecdotario. Esta sonando una de Sade.

Mañana, Perú y sus Andes a ras, pasado, Chile, quizás, quizás, quizás…

30 sept 2011

The beggining

Lo primero, matar al Rey.

Toto, I've a feeling we're not in Kansas any more.
We must be over the rainbow! 


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